Por: Luis Jesús Morales
La Cámara Nacional del Cemento (Canacem) ha presentado la Hoja de Ruta México – FICEM: «Hacia una Economía Baja en Carbono», en la cual la industria del cemento asume el liderazgo en las acciones para lograr una reducción del 17% en la intensidad de emisión directa de dióxido de carbono (CO2) para el año 2030, tomando como referencia las emisiones registradas en 2016.
Este ambicioso objetivo se alcanzará a través de dos principales estrategias. En primer lugar, se busca aumentar la tasa de co-procesamiento de residuos hasta un 32% proyectado para 2030. Esta medida permitirá aprovechar los residuos como combustible o materia prima en el proceso de fabricación de cemento, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo las emisiones de CO2. En segundo lugar, se pretende reducir el contenido promedio de clinker, el producto utilizado en la fabricación de cemento, hasta un 66% para el año 2030. Esto implica buscar alternativas más sostenibles y eficientes en el proceso de producción.
La Hoja de Ruta México – FICEM se alinea con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París, tratado internacional sobre el cambio climático adoptado por 195 países en 2015. El objetivo principal de este acuerdo es limitar el calentamiento global a menos de dos grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
Hill Tinoco, presidente de Canacem, enfatizó que esta hoja de ruta es un hito significativo para la industria del cemento en México, ya que muestra el compromiso y el interés del sector por contribuir a los esfuerzos globales para limitar el incremento de la temperatura global. Además, Carlos Medina, presidente de la Comisión de Sustentabilidad de Canacem, resaltó la importancia de consolidar marcos regulatorios, obtener financiamiento verde y fomentar la colaboración entre la industria, la academia, los clientes y los gobiernos como vías para impulsar el despliegue de las estrategias de reducción de emisiones.
En México, el sector del cemento está representado por seis empresas afiliadas a Canacem: Cementos y Concretos Moctezuma, Cementos Fortaleza, Cemex México, Cemento Cruz Azul, Grupo Cementos de Chihuahua y Holcim México. Estas empresas operan 35 plantas en todo el país, empleando a más de 19,700 personas de manera directa y generando más de 60,000 empleos indirectos. La producción anual de cemento supera los 50 millones de toneladas, situando a México entre los 20 principales productores de cemento a nivel mundial y el segundo en América Latina, después de Brasil.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2022 la producción de cemento en México alcanzó los 49.9 millones de toneladas, lo que representó un aumento del 4% en comparación con el año anterior. El consumo nacional de cemento también ha mostrado un crecimiento constante, llegando a 47.8 millones de toneladas en 2022, según la Dirección de Análisis Económico de Canacem.
El mercado de cemento en México se proyecta como uno de los más importantes en los próximos años. Según un informe de la consultora global Research and Markets, se espera que alcance los 23.9 mil millones de dólares para 2025, impulsado por el crecimiento de la construcción residencial, comercial e industrial en el país.
La Hoja de Ruta México – FICEM representa un paso significativo hacia la transición hacia una industria del cemento más sostenible y comprometida con la mitigación del cambio climático. Con el compromiso de reducir un 17% las emisiones de CO2 para 2030, la industria cementera mexicana se sitúa a la vanguardia en la adopción de prácticas más amigables con el medio ambiente, contribuyendo así a la construcción de un futuro más sostenible.