Por: Luis Jesus Morales
A pesar de los esfuerzos del Gobierno mexicano para controlar el tráfico de drogas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), las alarmas se encienden ante el reinicio de los vuelos directos a Tokio, Japón, por parte de Aeroméxico, programados a partir del 25 de marzo del 2023.
El presidente Andrés Manuel López Obrador había entregado el control del AICM a la Marina, con la intención de combatir el narcotráfico y evitar que el crimen organizado operara en el aeropuerto, tal como ocurrió durante el gobierno de Felipe Calderón, bajo la gestión de Genaro García Luna como Secretario de Seguridad Pública.
Sin embargo, la lucha contra el tráfico de drogas sigue siendo un desafío. A pesar de las acciones disuasivas y el refuerzo en los controles, el trasiego de sustancias ilegales continúa. El vuelo a Tokio, que había sido suspendido por tres años debido a diversas razones, entre ellas la pandemia de Covid-19, ahora genera preocupación en la Embajada de México en Japón, ya que históricamente ha sido utilizado por el crimen organizado y los cárteles mexicanos para enviar drogas hacia la región asiática.
La aerolínea Aeroméxico celebró el reinicio de sus operaciones a Tokio, resaltando la importancia de conectar a México con Asia a través de esta ruta. Sin embargo, la Embajadora de México en Japón, Melba Pria, buscó una reunión con el director del AICM, el vicealmirante Carlos Velázquez, para expresar su preocupación por la posibilidad de que el vuelo sea utilizado para el traslado de sustancias ilegales desde México hacia Japón.
A pesar de no haberse llevado a cabo la reunión, el equipo de la embajadora alertó al vicealmirante sobre la problemática que representa el traslado de drogas hacia Japón, especialmente por la detención de mexicanos involucrados en el tráfico de drogas al llegar a territorio japonés. En México, aún no se han establecido los controles necesarios para evitar que el tráfico de sustancias continúe.
El vicealmirante Velázquez, encargado del AICM, comentó que antes de su administración, el vuelo México-Japón estaba notablemente vinculado al tráfico de drogas, y la embajadora le expresó su inquietud sobre la posible reactivación de este problema con la reanudación del vuelo por parte de Aeroméxico.
El reto de combatir el tráfico de drogas sigue siendo un desafío para las autoridades mexicanas, y la reanudación de vuelos comerciales a destinos internacionales como Tokio pone en relieve la necesidad de fortalecer los controles en los aeropuertos y la cooperación internacional para frenar esta actividad ilegal.