Pedro Morales
Huamantla recibe en agosto miles de personas de otros estados y países a celebrar los festejos de la Virgen de la Caridad, sin duda la historia nos dice que desde la llegada de los españoles a estas tierras, con ellos arribó la feria de Huamantla, con reminiscencias medievales que se conservan hasta nuestros días.
Huamantla es un Pueblo Mágico que está lleno de tradiciones y costumbres, éstas hacen que lo vuelvan histórico y rico en variedad, por lo que sus habitantes están con todas las ganas a seguir promocionándolo; mencionan que no es necesario que el turismo siempre se realice a playa, si existen muchos Pueblos Mágicos que ofrecen grandes atractivos y costumbres.
La Feria de Huamantla, que en este 2017 llega a su edición 143, se realiza con toda la carga emocional que representan eventos especiales como La Huamantlada, La Carrera de Carcachas, La Noche que Nadie Duerme y eventos culturales y deportivos.
Pero en realidad, la Feria de Huamantla tiene y conserva su origen religioso y las fuentes históricas nos dicen que la semilla de la feria llegó de Europa, los españoles fueron quienes trajeron el culto a la Virgen María y con ello una fuerte carga medieval, tal y como se conserva en Huamantla.
El investigador Manuel de la Vega afirma que la influencia viene de Carlos V, quien ejerce la cultura del Medievo y es cuando recibe en 1528 a una embajada de Huamantla, es cuando les entrega la Cédula Real.
Es a partir de 1534 cuando se inicia el culto a San Luis Obispo, en la entonces llamada Tecoatzingo, que proviene del Otomí, tras un ataque a los conquistadores, aunque después se consumo la alianza con los antiguos tlaxcaltecas y vino la paz.
Luego fue llegando el Ejército Espiritual, en 1524, con la llegada de los franciscanos, los dominicos y los jesuitas, quienes trajeron la palabra del evangelio y en realidad en estas tierras se llevó a cabo una conquista espiritual.
A partir de 1530 en adelante, hay evidencia de una España que ha sido influenciada por un monarca sin dinero, en la quiebra y con guerra con todos los países de Europa.
En 1534 se funda el barrio de San Lucas, que fue el primero y es ahí donde empieza a fincarse en el nuevo mundo la cultura del Medievo, que curiosamente inculca la afición por los toros.
Hay que recordar que en esa época aún no existe el toreo de a pie, no existía el llamado arte de lidiar toros, por cierto Carlos V, fue un estupendo torero a caballo, porque en aquel entonces así se practicaba el toreo, con varas y a caballo.
El canto del corrido, viene del viejo canto del romance español, la comida y el sincretismo religioso poco a poco se amalgaman, lo mismo que las creencias y las costumbres.
Incluso el culto a la Virgen María, tiene sus orígenes medievales, a la fecha, nadie duda que el Culto Mariano se encuentra más vigente que nunca, por eso todo, absolutamente todo lo de Huamantla que tiene que ver con la organización social y la religión, tienen que ver con la época medieval, incluso las danzas.
Son medievales también los conceptos del municipio, el concepto del cabildo, el artículo 27 de la posesión del suelo, la hacienda, los impuestos se arraigaron en esta cuna del mestizaje en que se convirtió el crisol de Huamantla y su gente.
Es por eso que en el siglo XVI, nos regalan las imágenes estofadas en oro, crece el vínculo de la fe y así pasan los siglos, entre el culto, la adoración y el desfile de personajes que en realidad realizan la última gran cruzada por la fe en el nuevo mundo.
En Huamantla se venera a San Luis Obispo, en una capilla se encuentra la Virgen que ahora se le llama de la Caridad, porque en su ermita se atendía a la gente pobre con alimentos, ropa y semillas, todo entregado en caridad.
Vienen consejas y leyendas, que se mantienen hasta nuestros días, sin embargo de una manera u otra, prevalece y crece el culto a la imagen de la Virgen de la Caridad.
Esta actividad se mantiene, hasta tiempos de Porfirio Díaz, quien se encomienda a la Virgen de la Caridad, antes de la batalla de Tecoac, gana y regresa a dar gracias y trae como ofrenda una corona y una palma de oro.
Es en 1876 es cuando Huamantla tiene por decreto el permiso para hacer la feria, el documento existe en la sala de cabildos, de tal forma que esta feria es de gran valor religioso y lo profano es pasajero.
Infaustos fueron los años de 1934 al 1928, cuando vino la Guerra Cristera que desencadenó Plutarco Elías Calles, allá en 1930 había una procesión en el atrio del templo, sin salir a la calle.
Es hasta 1942 durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho vuelve a abrir el culto, ahora ya se puede salir a la calle y de esta forma se organizan las procesiones y todo lo que de esta actividad se deriva.
Incluso las alfombras nos recuerdan a los tapetes persas, profusamente elaborados, geométricamente simétricos, que acompañan lo que ahora se llama La Noche que Nadie Duerme.
Entre 1950 y 1955 se inventa la Huamantlada, el la década de los 60 el Desfile de las Flores, en los 70¨la Carrera de Carcachas y las innovaciones que buscan divertir y entretener a los peregrinos.
Es por estos antecedentes históricos, por lo que se puede definir que la Feria de Huamantla tiene y conserva sus raíces religiosas, con una fuerte carga medieval que la hace diferente en este Pueblo Mágico de Huamantla.