Desde hace dos años el menor recibe terapia ocupacional e hidroterapia para su rehabilitación
A través de la atención y las terapias especializadas que le otorga el Centro de Rehabilitación Integral (CRI), Rafael, un niño de seis años de edad, logró contrarrestar la cuadriplejía espástica que padece desde que nació, lo que a su vez mejoró su estado físico y emocional.
Claudia Cruz Pérez, de 33 años de edad, madre del menor, reconoció el apoyo de esta institución y del Gobierno del Estado para los infantes con discapacidad, y sostuvo que el tratamiento que ha recibido su hijo ha sido trascendental para su recuperación y desarrollo diario.
“Gracias a instituciones como el CRI y por la sensibilidad del Gobernador, Mariano González Zarur, es posible la recuperación de niños como el mío”, acentuó.
La originaria de la Magdalena Tlaltelulco refirió que Rafael recibe terapia ocupacional e hidroterapia en el CRI, lo que le ha permitido recuperar paulatinamente la fortaleza de sus brazos y piernas, así como mejorar su calidad de vida.
Además recibe apoyo de transporte adaptado junto con otras personas de diversas edades y municipios que son trasladados desde sus domicilios al Centro ubicado en Apizaco.
“Todos los jueves, desde hace dos años, el personal del CRI nos trae y nos regresa a la casa, eso es un gran apoyo para nuestra economía porque no gastamos en el transporte”, indicó.
Claudia refirió que para subsistir elabora bisutería y sus percepciones son pocas, por eso les es de gran ayuda que su hijo tome terapias en el CRI.
“Por la constancia que hemos tenido y por el apoyo del CRI, la rehabilitación de Rafael ha sido muy importante, ya tiene movilidad en sus piernas y brazos, quizá sea poco, pero lo hace muy bien”, aseveró.
Recordó que antes de recibir este tratamiento, su hijo tenía las piernas rígidas y en forma de tijera, por ello el personal especializado del CRI lo sometió a hidroterapias para proporcionarle la flexibilidad que requieren sus extremidades.
Además, señaló que Rafael también recibe terapia ocupacional, en la que ha avanzado considerablemente, “estoy segura que con este apoyo mi hijo irá logrando su autonomía”.
Claudia consideró que tener un niño con discapacidad le ha dado fortaleza, unidad y amor a su hogar, valores que ha trasmitido a sus otros hijos: María José y César.
Por su propia experiencia, conminó a las mujeres embarazadas a cuidarse para evitar una discapacidad en su bebé.