Por: Luis Jesus Morales
El Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre, pone de manifiesto una preocupante tendencia en México: un creciente número de mujeres jóvenes está buscando atención médica para tratar esta enfermedad, según una alerta emitida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el año 2020, el cáncer de mama provocó 7,880 muertes en México, según cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El doctor Gilberto Nicolás Solorza Luna, profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina (FM) y médico clínico en el Instituto Nacional de Cancerología, señala que esta tendencia es motivo de preocupación.
El cáncer de mama es más frecuente en mujeres que presentan una serie de factores de riesgo, como la ausencia de hijos, la falta de lactancia y antecedentes familiares de la enfermedad. La lactancia materna, en particular, se asocia con la maduración del tejido de las glándulas mamarias, lo que brinda estabilidad y reduce la probabilidad de cambios hacia neoplasias (masas anormales).
El especialista también destaca la importancia de la alimentación saludable, la actividad física y el control del consumo de alcohol, sobrepeso y obesidad como medidas para reducir el riesgo de cáncer de mama.
Solorza Luna advierte que, en contra de lo que podría pensarse, el pronóstico para las mujeres jóvenes podría ser peor que el de las mujeres de 50 a 60 años, ya que el tejido mamario en desarrollo es más susceptible a modificaciones y mutaciones que pueden conducir al cáncer.
Las cifras del Inegi revelan que, en 2020, de las 7,880 muertes por cáncer de mama, 214 correspondieron a personas de 15 a 34 años. En comparación, en 2018, hubo 204 fallecimientos en ese grupo de edad, y en el año siguiente, 207.