Indignación y rechazo por el desalojo violento de mujeres artesanas en Chiapas
San Cristóbal de las Casas, Chiapas // 2 de enero de 2024 // Por: Isaura Corona Osorio
El alcalde de San Cristóbal de las Casas, Mariano Díaz Ochoa, desató la furia de los habitantes de este pueblo mágico al ordenar el desalojo violento de mujeres artesanas que vendían dulces tradicionales en los corredores de la antigua alcaldía, que ahora es el Museo de la Ciudad (Musac).
En un operativo realizado en la madrugada de este martes, la Policía Municipal arrasó con los puestos de las vendedoras, que contaban con el permiso del Consejo Estatal de las Culturas y las Artes (Coneculta) para instalarse temporalmente en ese lugar, como parte de una costumbre ancestral de la región.
Los agentes no solo se llevaron los muebles y los dulces, sino que también agredieron física y verbalmente a las mujeres, que se resistieron al despojo de su fuente de ingresos. Algunos familiares y comerciantes solidarios intentaron defenderlas, pero fueron reprimidos con gases lacrimógenos y balas de goma.
“Es una injusticia lo que nos hicieron, nos trataron como delincuentes, cuando solo estamos trabajando honradamente”, dijo una de las afectadas, que prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
Las mujeres artesanas llevan años vendiendo sus dulces en los corredores de la antigua alcaldía, especialmente en el año nuevo y en el día de Corpus Christi, en junio. Se trata de una tradición que forma parte de la identidad cultural de San Cristóbal de las Casas, reconocido como uno de los pueblos más bellos de México.
El alcalde Díaz Ochoa, que pertenece al partido oficialista, argumentó que el desalojo se debió a que los puestos obstruían el paso de los peatones y dañaban el patrimonio histórico de la ciudad. Sin embargo, sus detractores lo acusan de querer favorecer a los empresarios turísticos que buscan privatizar el espacio público.
Los comerciantes afectados anunciaron que presentarán una denuncia contra el alcalde y los policías por abuso de autoridad, violación de derechos humanos y daños materiales. Asimismo, exigieron que se les devuelva su mercancía y se les permita seguir vendiendo sus dulces en los corredores del Musac.