Descubren restos humanos de más de 2,500 años en una cueva prehistórica de Nuevo León
México. A 15 de enero de 2024. Redacción
Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado un hallazgo extraordinario en la cueva prehistórica La Morita II, situada en el municipio de Mina, Nuevo León. Se trata de restos humanos con más de 2,500 años de antigüedad, que revelan aspectos sorprendentes sobre las prácticas funerarias y la vida cotidiana de la antigua civilización que habitó la región.
El arqueólogo Moisés Valadez Moreno, responsable del proyecto, explicó que los restos humanos corresponden a falanges de la mano, metatarsianos de los pies, un cúbito, un húmero, costillas y piezas dentarias, que fueron encontrados entre fragmentos de cestería, textiles y fibras. Estos materiales sugieren que los individuos estaban envueltos en un fardo ceremonial, como parte de un ritual funerario.
Valadez Moreno indicó que la disposición cuidadosa de los restos en la cámara sur de la cueva, a 1.65 metros de profundidad, muestra una práctica funeraria meticulosa, posiblemente con desmembramiento previo antes de ser depositados. Además, la identificación de huesos cortos apunta a que los restos pertenecen a un bebé y dos adolescentes, lo que proporciona una visión más profunda de la estructura social y las costumbres de la comunidad prehistórica.
El equipo de investigación también recuperó alrededor de mil 500 artefactos de uso ritual y doméstico, incluyendo puntas de lanza, punzones y cantos pulidos, datados entre 4 mil 500 y 2 mil 500 años atrás. Estos artefactos ofrecen valiosa información sobre las herramientas utilizadas en la vida cotidiana y los rituales de la época.
Asimismo, se descubrieron materiales perecederos, como fragmentos de cordeles y cestería, que arrojan luz sobre las habilidades artesanales de la comunidad. Estos elementos, combinados con los artefactos, permitirán a los expertos reconstruir aspectos clave de la cultura material y espiritual de esta antigua civilización.
Los restos humanos serán trasladados a la Dirección de Antropología Física del INAH para un exhaustivo análisis, mientras que los artefactos serán sometidos a estudios adicionales para determinar su función específica y contexto cultural.
La información recopilada no solo arroja luz sobre las prácticas funerarias, sino que también destaca la importancia de La Morita II como un tesoro arqueológico en constante revelación.
Este emocionante capítulo recién descubierto en la historia antigua de México ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre nuestro pasado compartido y la increíble diversidad cultural que ha evolucionado a lo largo de los milenios.
Información: Infobae/INAH/ El Mañana/Zona Franca
