Pérdida auditiva, factor de riesgo para la demencia, alertan especialistas del INER
Tlaxcala. A 25 de febrero de 2024. Redacción
La pérdida auditiva puede provocar demencia y otras complicaciones en la salud, por lo que es necesario prevenir y tratar este problema desde el nacimiento, coincidieron especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), de la Secretaría de Salud.
En el marco del Día Internacional del Implante Coclear y el Día Mundial de la Audición, que se celebran en febrero y marzo, respectivamente, los expertos del INER realizaron una sesión general sobre “Los riesgos ocultos de la pérdida auditiva”, en la que participaron más de 420 profesionales de la salud de varios países de América Latina.
El doctor Marco Antonio Lara Estrada, especialista del Departamento de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello del INER, explicó que la pérdida auditiva puede aumentar el riesgo de demencia hasta cinco veces, dependiendo del grado de severidad. Además, señaló que este problema afecta a casi dos de cada tres personas mayores de 70 años e incide en su calidad de vida.
La doctora Lizette Carranco Hernández, especialista en Audiología del mismo departamento, indicó que la pérdida auditiva también puede causar bajo rendimiento laboral, escolar y social, así como estrés, fatiga, problemas de memoria y deterioro cognitivo. Asimismo, mencionó que la diabetes y la hipertensión pueden acelerar el desarrollo de este padecimiento.
La licenciada Ivonne Marianne Mayer González-Garza, profesional en Comunicación Humana, destacó la importancia de la rehabilitación auditiva, que puede durar entre seis meses y un año, según el grado de pérdida y la atención oportuna. También resaltó el papel de la medicina preventiva y la promoción de la salud auditiva desde el nacimiento.
Los especialistas del INER recomendaron realizar el tamiz auditivo en cinco momentos críticos de la vida: al nacer, a los tres años, entre los seis y 12 años, en personas expuestas a ruido o medicamentos ototóxicos y en personas adultas mayores. Así, se podrá evitar o revertir los daños en la audición y prevenir la demencia y otras enfermedades asociadas.