¿Por qué se dan los años bisiestos?
Astronomía. A 29 de Febrero, 2024. ✍️ Sunashi Rivera
El presente año 2024 se distingue por ser bisiesto, sumando un día extra al calendario habitual y alcanzando así los 366 días.
La singularidad radica en la inclusión del 29 de febrero, un fenómeno que ocurre cada cuatro años.
El término «bisiesto» tiene sus raíces en el latín, derivando de ‘ante diem bis sextum Kalendas Martias’, que significa ‘sexto día antes de las calendas de marzo’. Esta expresión se simplificó a ‘bis sextus’ y evolucionó a ‘bisiesto’ en nuestra lengua.
La existencia de años bisiestos se vincula con la rotación de la Tierra alrededor del Sol, que no se completa exactamente en 365 días. Para sincronizar el calendario solar con el astronómico, se introduce un día adicional.
La Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos en dar una vuelta alrededor del Sol, resultando en un excedente de aproximadamente 6 horas por año. Este excedente se acumula y se añade al calendario cada cuatro años, formando así un día adicional.
Cada cuatro años, surge el año bisiesto, y las 24 horas adicionales se incorporan el 29 de febrero. Esta práctica se remonta a la época de Julio César, quien, hace más de dos milenios, buscó la ayuda del astrónomo Sosígenes para ajustar el calendario romano.
Sosígenes propuso el calendario juliano, con 365 días y un día extra cada cuatro años, siendo posteriormente reemplazado por el calendario gregoriano.
En tiempos de Gregorio XIII, se perfeccionó el calendario y se fijó que el día adicional de los años bisiestos sería el 29 de febrero, en lugar del día 24 del calendario juliano. Para evitar desajustes, se establecieron excepciones: los años múltiplos de 100 no son bisiestos, a menos que también lo sean de 400.
Así, años como 1800 y 1900 no fueron bisiestos, mientras que el año 2000 sí lo fue. Siguiendo esta regla, ni el año 2100 ni el 2200 serán bisiestos.
Fuente: Onda Cero.