Una quinta parte de los alimentos en todo el mundo van a la basura: PNUMA
Internacional. A 28 de marzo de 2024. Redacción
Mientras un tercio de la humanidad se enfrenta a la inseguridad alimentaria, una quinta parte de los alimentos se tira a la basura, según reveló el miércoles un nuevo informe de la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
«El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Millones de personas pasarán hambre hoy mientras se desperdician alimentos en todo el mundo», dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA. Este problema continuo no solo afecta a la economía mundial, sino que también agrava el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Los últimos datos del 2022 muestran que se desperdiciaron 1050 millones de toneladas de alimentos. Alrededor del 19% de los alimentos disponibles para los consumidores se perdieron en el comercio minorista, los servicios alimentarios y los hogares. A esto hay que añadir alrededor del 13% de los alimentos perdidos en la cadena de suministro, según estimaciones de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La mayor parte del desperdicio alimentario mundial procede de los hogares, con un total de 631 millones de toneladas, o hasta el 60% del total de alimentos despilfarrados. Los sectores de servicios alimentarios y venta al por menor fueron responsables de 290 y 131 millones de toneladas, respectivamente.
El problema no se limita a las naciones ricas. Tras casi duplicarse la cobertura de datos desde que se publicó el Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos de 2021, ha habido una mayor convergencia entre ricos y pobres. Los países de ingresos altos, medianos altos y medianos bajos difieren en los niveles promedio de desperdicio de alimentos en los hogares en solo siete kilogramos per cápita por año.
El informe recomienda centrar los esfuerzos en fortalecer la reducción del desperdicio de alimentos y el compostaje en las ciudades. Además, existe una correlación directa entre las temperaturas medias y los niveles de desperdicio de alimentos. Reducir las emisiones derivadas del desperdicio de alimentos es esencial para combatir el cambio climático y proteger nuestro planeta.
Hay margen para el optimismo. Las alianzas público-privadas para reducir el desperdicio de alimentos y los impactos sobre el clima y el estrés hídrico están siendo adoptadas por un número cada vez mayor de gobiernos de todo el mundo. Juntos, podemos marcar la diferencia y trabajar hacia un futuro más sostenible.
Información de la ONU