Bogotá empieza a racionar el agua para 9 millones de personas
Internacional. A 12 de Abril, 2024. ✍️ Sunashi Rivera
Esta semana, mientras Bogotá, la capital de Colombia, enfrenta una crisis hídrica, un nuevo meme circula por las redes sociales. En el, el infame C. Montgomery Burns, el supervillano de «Los Simpson», se asoma con un ramo de rosas rojas y una caja de bombones en forma de corazón, diciendo con una sonrisa: «Vi que tu turno de racionamiento de agua es diferente al mío».
El humor negro reflejado en el meme ilustra la situación irónica que viven algunos bogotanos, luego de que las autoridades municipales anunciaran el lunes que los residentes tendrían que racionar el agua debido a la sequía provocada por El Niño, lo que ha llevado a los embalses a mínimos históricos.
El racionamiento comenzó este jueves por la mañana. Bogotá y decenas de ciudades vecinas se dividieron en nueve zonas, cada una con cortes de agua corriente durante 24 horas, en una rotación que se repetirá cada 10 días. Estas medidas afectarán a aproximadamente nueve millones de personas.
A pesar de los planes de contingencia para garantizar el suministro continuo a escuelas y hospitales, algunos residentes se preguntan si tendrán que recurrir a sus amigos del otro lado de la ciudad para obtener acceso al agua potable, como sugiere el meme de Los Simpson.
Las medidas de racionamiento forman parte de los planes de emergencia implementados por el Gobierno colombiano y el alcalde de la ciudad, ya que los embalses alcanzaron niveles «históricamente bajos». Los embalses de Chuza y San Rafael, parte del Sistema Chingaza que abastece el 70% del agua potable de la ciudad, están en una situación crítica, según las autoridades locales.
El alcalde Carlos Fernando Galán enfatizó en una conferencia de prensa el lunes la importancia de no desperdiciar agua en Bogotá en este momento, ya que ayudaría a levantar o reducir las restricciones más rápido. Algunos embalses están por debajo del 20% de su capacidad en comparación con los promedios históricos para esta época del año.
La situación actual ha demostrado la vulnerabilidad de Bogotá ante la sequía, dada su dependencia de las lluvias para abastecerse de agua. La ciudad, ubicada en una meseta montañosa, se diferencia de otras capitales que dependen principalmente de acuíferos. Sin embargo, su vulnerabilidad se hace evidente en momentos como estos, cuando la lluvia escasea debido al fenómeno de El Niño.
Con el cambio climático exacerbando fenómenos meteorológicos extremos como las sequías, los expertos advierten sobre la necesidad de prepararse para futuras crisis a una escala aún mayor. La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, instó a las autoridades a elaborar planes a largo plazo para enfrentar la escasez de agua, incluyendo la limitación de la expansión urbana hacia áreas naturales.
En este momento, Bogotá y el país en su conjunto se ven desafiados a repensar su uso del agua y a adoptar medidas sostenibles para garantizar un suministro confiable en el futuro.
Fuente: CNN.
