Cuidado con las gafas de sol baratas: ¿realmente protegen tus ojos?
Entretenimiento. A 18 de mayo del 2024. Damallanti Martínez
Hoy en día, es común encontrar gafas de sol a precios muy asequibles en bazares, grandes superficies, por internet o incluso en estaciones de servicio, lo que suscita dudas sobre su eficacia. “¿Me protegerán bien?” es una de las preguntas más habituales a los profesionales de las ópticas. Aunque estas lentes suelen cumplir con unos mínimos de protección frente a la radiación ultravioleta, la calidad visual que proporcionan es a menudo nefasta.
Los centros ópticos son establecimientos sanitarios reglados, por lo que todos sus productos deben cumplir con unos estándares mínimos: los marcados CE y UKCA. Allí, el profesional sanitario óptico-optometrista está capacitado para orientar al cliente basándose en sus demandas visuales y su fisonomía facial.
Las lentes solares son consideradas “equipos de protección individual” por la regulación europea vigente. Esta normativa establece cinco niveles de filtro solar. La categoría 0 transmite entre el 80 y el 100 % de la luz, mientras que la categoría 4 solo permite el paso del 3 al 8 %, por lo que no son aptas para conducir. La categoría 3 es la más utilizada, ya que resulta adecuada para la mayoría de situaciones y sí permite la conducción.
Entonces, ¿cuánto más oscuras, más protegen? No necesariamente. Optar por un grado u otro de absorción lumínica depende más bien de su finalidad. Las de categoría 4 están indicadas para entornos con mucha luz –como alta montaña o desierto–, pero pueden reducir la visibilidad en otras condiciones. Independientemente del nivel de oscuridad, todas las gafas que cumplen la normativa protegen frente a la radiación ultravioleta.
Usar unas gafas de sol puede dar la sensación de que “restan visión”. Esto se debe a que una lente tintada es un filtro selectivo de luz: deja pasar un tipo de radiación y atenúa otro. Es importante entender algunos conceptos relacionados con la visión para apreciar esto.
La agudeza visual es una medida que se obtiene para saber “cuánto vemos”. Se evalúa pidiendo a los individuos examinados que identifiquen letras, cada vez más pequeñas, en una pantalla. Alcanzar un nivel del 100 % es lo ideal. Sin embargo, esta prueba se realiza con letras negras sobre fondo blanco, por lo que no tiene en cuenta cómo puede variar la calidad visual en otras condiciones de iluminación.
La sensibilidad al contraste es la capacidad de diferenciar objetos del fondo que los rodea. Es más difícil distinguir letras negras sobre fondos grises que sobre fondos blancos. Los defectos refractivos, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, afectan tanto a nuestra agudeza visual como a la sensibilidad al contraste. Usar gafas de sol sin graduación cuando se sufre alguna de estas afecciones puede llevar incluso a ver peor que sin ellas.
El color de las lentes también influye en la percepción visual. El gris atenúa todas las longitudes de onda, mientras que los tonos marrones o verdes no aplanan tanto la curva de absorción. Por eso, la percepción visual suele ser más luminosa con tonos marrones, más oscura con tonos grises y más natural con tonos verdes.
El material de las lentes también es importante. Las lentes orgánicas (plásticos) son más ligeras y ofrecen mayor resistencia al impacto, mientras que las minerales (cristal) soportan mejor el rayado y presentan menor dispersión cromática. Las propiedades ópticas de las lentes minerales favorecen la calidad visual del usuario.
Al adquirir gafas de sol, también es relevante considerar otras prestaciones:
– Lentes solares degradadas: Absorben alrededor del 85 % de luz en su zona oscura y un 10 % en el área más clara. Son elegantes y protegen adecuadamente frente a los rayos UV. Son útiles en días nublados.
– Lentes espejadas: Incorporan una capa que refleja la luz y refuerza la protección. Sin embargo, este tratamiento se raya con facilidad.
– Lentes con antirreflejante en cara interna: Eliminan la luz reflejada por detrás del usuario, otorgando mayor claridad. Suelen encontrarse en gafas de sol de gran tamaño o en modelos de alta calidad óptica.
Elegir gafas de sol que cumplan con los estándares de calidad es esencial para garantizar la protección y la calidad visual. Visitar centros ópticos y consultar con profesionales es la mejor manera de asegurar una buena elección.