El futuro de las tormentas solares
Clima. A 22 de Mayo, 2024. ✍️ Sunashi Rivera
2024 ha sido un año lleno de espectáculos espaciales impresionantes, destacándose un eclipse total de Sol en abril y recientes tormentas solares que han dejado una huella significativa. Entre estas, la tormenta geomagnética del 08 de mayo, clasificada como extrema en la escala de cinco niveles, ha sido particularmente notable. Esta tormenta permitió que las auroras boreales se observaran en latitudes tan improbables como México y España.
El Centro de Predicciones de Clima Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) señaló que el evento del 08 de mayo fue la primera tormenta geomagnética extrema, de nivel G5, desde 2003. Esta tormenta afectó a las comunicaciones por radio, los sistemas GPS y a la red satelital de Starlink, propiedad de Elon Musk, que experimentó una degradación temporal de sus señales. Los operadores de redes eléctricas, previendo lo peor, tomaron medidas preventivas, incluyendo la desconexión total del sistema en Nueva Zelanda.
A pesar de que esta tormenta no causó grandes daños, los expertos advierten que podrían repetirse eventos similares o incluso más intensos en los próximos meses. El ciclo solar actual, el número 25, está cerca de alcanzar su punto máximo, lo que podría incrementar la frecuencia y severidad de las tormentas solares.
La sonda Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea está observando la región activa 3664 desde una nueva perspectiva, ya que esta área está rotando hacia la cara oculta del Sol. David Williams, científico de la misión, espera obtener más información en los próximos días sobre la actividad de esta mancha solar. La sonda Solar Parker de la NASA también podría ofrecer datos valiosos, aunque actualmente se encuentra en la parte más alejada de su órbita.
Además, la nave Maven de la NASA, en la órbita de Marte, podría registrar datos relevantes cuando una eyección de masa coronal impacte el planeta rojo en los próximos días. Sin embargo, la incertidumbre prevalece, y los científicos no pueden predecir con exactitud cuándo ocurrirá la próxima gran tormenta solar.
Históricamente, la tormenta solar más severa registrada fue el evento Carrington de 1859, que causó incendios espontáneos en las oficinas de telégrafos debido a la intensa energía inyectada en la atmósfera. Un evento similar hoy en día podría tener consecuencias catastróficas para nuestra sociedad, altamente dependiente de la electricidad para comunicaciones, transporte, salud y economía.
La pregunta no es si volverá a suceder algo similar, sino cuándo. A pesar de los esfuerzos crecientes para prepararse, aún estamos lejos de estar completamente listos para enfrentar una tormenta solar de magnitud extrema. La comunidad científica y la sociedad en general deben mantenerse vigilantes y continuar mejorando las medidas de prevención y respuesta ante estos fenómenos.
Fuente: ABC Ciencia.