Más de dos mil personas sepultadas en Papúa Nueva Guinea por deslizamiento
Internacional. A 28 de Mayo, 2024. ✍️ Sunashi Rivera
Un devastador corrimiento de tierras ha dejado a más de dos mil personas sepultadas y ha causado graves daños en la provincia de Enga, en el centro del archipiélago de Papúa Nueva Guinea. El gobierno ha solicitado ayuda internacional para las labores de rescate, enfrentando una situación de emergencia.
El deslizamiento de tierras, que ocurrió el viernes por la mañana, arrasó una aldea situada en la ladera del monte Mongalo, sepultando casas y a sus habitantes mientras dormían. La catástrofe también ha bloqueado la principal carretera hacia la gran mina de oro de Porgera, complicando aún más los esfuerzos de rescate.
En una carta a la ONU, el centro nacional de catástrofes de Papúa Nueva Guinea describió la magnitud del desastre y solicitó asistencia internacional urgente. «El deslizamiento sepultó a más de dos mil personas vivas y causó importantes destrozos en edificios y huertos, afectando gravemente la base económica del país», señaló el centro.
La situación sigue siendo extremadamente peligrosa, ya que el deslizamiento continúa avanzando lentamente, amenazando tanto a los rescatistas como a los posibles sobrevivientes. Los residentes y equipos de rescate están utilizando palas y trozos de madera para intentar encontrar cuerpos bajo el alud, que podría tener hasta ocho metros de profundidad y una longitud equivalente a casi cuatro campos de fútbol.
Jacob Sowai, un maestro de un pueblo vecino, describió la tragedia a la AFP: «Nadie escapó. No sabemos quién murió porque los registros están enterrados». Serhan Aktoprak, funcionario de la agencia de migración de la ONU, advirtió que las grietas en terrenos adyacentes podrían desencadenar un nuevo deslizamiento.
La ONU ha programado una reunión para el martes con gobiernos extranjeros para coordinar las labores de rescate, que se ven dificultadas por la lejanía del lugar, los cortes en las carreteras y los continuos enfrentamientos tribales en la región. Nicholas Booth, funcionario del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, indicó que la estimación del número de víctimas es complicada debido a que muchas personas se habían trasladado a la zona huyendo de la violencia tribal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ofrecido asistencia para atender las necesidades sanitarias urgentes. Australia, un aliado cercano, anunció el envío de suministros de emergencia, mientras que el presidente chino Xi Jinping expresó su pesar y brindó asistencia. Estados Unidos, Francia, Japón y la OMS también han ofrecido su apoyo.
La causa del deslizamiento podría estar relacionada con las intensas lluvias recientes. Papúa Nueva Guinea, con uno de los climas más húmedos del mundo, enfrenta un riesgo creciente de deslizamientos de tierra debido a los cambios en los patrones de precipitaciones asociados al cambio climático.
El suministro de ayuda humanitaria desde Wabag, la capital provincial, se ha visto obstaculizado por enfrentamientos tribales no relacionados con el desastre. Para la noche del domingo se esperaba la llegada de maquinaria pesada y excavadoras, pero los bloqueos han retrasado su arribo.
Este año, Papúa Nueva Guinea ha sido azotada por numerosos terremotos, inundaciones y deslizamientos de tierra, complicando aún más la labor de los servicios de emergencia y resaltando la necesidad de una respuesta internacional coordinada y efectiva.