La Bóveda Global de Semillas de Svalbard: Un Seguro para la Biodiversidad Agrícola
22 de junio 2024 ✒️ Dafne Ortiz
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, también conocida como el «Banco Mundial de Semillas», es una instalación subterránea en Spitsbergen, Svalbard, Noruega. Desde su inauguración en 2008, sirve como una reserva de emergencia para conservar la diversidad genética de los cultivos alimentarios del mundo ante posibles catástrofes.
El principal objetivo de la Bóveda es proporcionar una copia de seguridad de las semillas de plantas de cultivo a nivel mundial. Esto es crucial para garantizar la seguridad alimentaria global en caso de desastres naturales, conflictos bélicos o fallos en otros bancos de semillas. La conservación de esta diversidad genética es esencial para la adaptación y resistencia de los cultivos frente a enfermedades, plagas y cambios climáticos.
La bóveda está estratégicamente ubicada en el interior de una montaña en Svalbard, a 130 metros sobre el nivel del mar, lo que la protege de inundaciones y otros desastres naturales. Su diseño asegura una alta resistencia y seguridad, situándola en una zona geológicamente estable y con un clima frío que facilita la conservación de las semillas, incluso en caso de fallo de los sistemas de refrigeración.
La Bóveda tiene la capacidad de almacenar hasta 4.5 millones de muestras de semillas. Actualmente, contiene cientos de miles de muestras provenientes de prácticamente todos los países del mundo. Las semillas se almacenan en paquetes sellados de aluminio a -18 grados Celsius, garantizando su viabilidad a largo plazo.
Las instituciones que depositan sus semillas en la Bóveda mantienen la propiedad de estas y pueden retirarlas cuando sea necesario. Esto asegura que los recursos genéticos permanecen bajo el control de sus dueños originales, fomentando la cooperación internacional en la conservación de la biodiversidad agrícola.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es un componente crucial en la estrategia global para preservar la biodiversidad agrícola. Actúa como un seguro para el futuro, protegiendo los recursos genéticos que son fundamentales para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.