El axolote: un tesoro mexicano en peligro crítico
A 04 de julio del 2024. Lizeth Cuahutle
El axolote, conocido científicamente como Ambystoma mexicanum, es un anfibio endémico de México que se encuentra en peligro crítico de extinción.
Este animal, con su apariencia única y tierna, habita actualmente en el lago de Xochimilco. Los factores que amenazan su existencia incluyen la pérdida de hábitat, la pesca y la introducción de especies invasoras.
El axolote, cuyo nombre proviene del náhuatl axolotl (monstruo de agua), es un anfibio con características distintivas. Aunque es pariente cercano de ranas y sapos, conserva rasgos milenarios de las salamandras. Alcanza la madurez sexual sin dejar su forma larvaria y puede regenerar extremidades perdidas, partes de su cerebro y hasta su corazón. Los axolotes pueden medir entre 15 y 30 centímetros, y poseen branquias externas en forma de plumas que sobresalen de su ancha cabeza. Se encuentran en diversos colores: negros, cafés moteados, albinos, rosados y blancos.
Aunque los axolotes pueden vivir tanto en la superficie como bajo el agua, prefieren permanecer sumergidos. Utilizan sus cuatro patas para caminar y suben a la superficie solo para respirar. Su dieta consiste en moluscos, gusanos, larvas, crustáceos y peces pequeños. Sin embargo, enfrentan la amenaza de depredadores como las garzas y los humanos. La introducción de peces grandes como la carpa y la tilapia en Xochimilco también pone en peligro su supervivencia.
Los aztecas asociaban al axolote con el dios Xólotl, hermano de Quetzalcóatl, y hoy en día, este animal lucha por sobrevivir en un entorno hostil. Su presencia indica un ecosistema saludable y agua limpia. La conservación del axolote es vital no solo por su importancia biológica, sino también cultural. Es un símbolo de identidad para México y su desaparición representaría un desequilibrio ecológico significativo.
A pesar de los esfuerzos para establecer refugios en Xochimilco y la participación de los habitantes de las chinampas en su rescate, estos no son suficientes. La calidad del agua en Xochimilco se ha deteriorado debido a la contaminación y el mal manejo. Además, la introducción de especies exóticas y la urbanización creciente de la zona chinampera han agravado la situación.