El divorcio de la clase política con la prensa, un mal necesario
Redacción
En el día del periodista en Tlaxcala y los días siguientes, se notó la distancia entre la clase política y la prensa, un divorcio que se viene dando desde los 80’s; esto no es nuevo ni es propio de este gobierno, cada vez hay más diferencia.
La actitud del Presidente de la República hacia las redes sociales ha sido buena, y las redes sociales lo han tratado amablemente pero Andrés Manuel ya se va.
Lo que no entienden los gobernantes que se quedan es que no tienen el carisma de López Obrador, y no entienden que en un Estado democrático, la prensa si lo quieren pensar así, es un mal necesario.
Es un mal necesario que la sociedad necesita para garantizar un estado democrático.
La prensa es lo que legitimiza un gobierno, es la que le informa al ciudadano, es mucho más veráz que las redes sociales y mucho más apegado a una objetividad faltante en estos tiempos de las redes sociales.
Lo mismo pasa con el Poder Judicial en estos momentos, en que los poderes judiciales están en jaque, en este momento más que nunca necesitan de la prensa, se han distanciado más de los medios de comunicación.
Y es que este distanciamiento, esta minimización o incluso si usted quiere verlo como un adelgazamiento de perspectiva hacia el gremio periodístico, le quita garantía y legitimidad al ejercicio gubernamental que no existe sin democracia, donde un dirigente político o como le quiera usted llamar puede hacer lo que quiera porque no hay investigación periodística.
Y el público, al pueblo, a la gente que tiene poca memoria se le olvidan las cosas que han hecho los gobernantes en contra de la propia gente, para eso necesita usted la prensa para que alguien señale los tropiezos y todo lo que hacen mal los dirigentes y gobernantes.
El distanciamiento entre gobierno y prensa quizá terminará dañando a los intereses políticos, pero no los intereses del pueblo.