Esther comparte su amor por la cocina, y su pasión por hacer póstres para su familia
Tlaxcala. A 17 de julio de 2024. Redacción
Esther López Baena, a sus 65 años, ha demostrado que la pasión por aprender y mejorar sus habilidades culinarias no tiene límites. Desde que se unió al Centro de Capacitación para Personas con Discapacidad, dirigido por el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Cecapdif), Esther ha encontrado en la cocina su refugio.
El amor hacia sus seres queridos la impulsa a explorar nuevas alternativas para consentirlos, especialmente a través de pasteles y postres. En el Cecapdif, bajo la guía paciente y dedicada de su maestra Marilú Hernández Lima, Esther ha aprendido técnicas para elaborar desde sencillos muffins hasta complejos cheesecakes y pasteles de mil hojas.
Como pensionada, Esther no se conforma con estar en casa todo el día. Sus creaciones culinarias son para su familia, quienes las disfrutan con entusiasmo. Cada nuevo experimento es una oportunidad para ponerle amor a los ingredientes, y su secreto radica en la paciencia y perseverancia. Si algo no sale bien, lo intenta de nuevo, siempre buscando mejorar.
Con una sonrisa en el rostro, Esther comparte cómo su esposo e hijo la motivan a seguir practicando. Cada vez que enciende el horno, pide a Dios que todo salga bien. El resultado, lleno de felicidad, es compartido con quienes la rodean.
El Cecapdif no solo le ha brindado conocimientos culinarios, sino también una nueva rutina y la oportunidad de conocer a personas de su edad. Las experiencias compartidas enriquecen su vida, y Esther no descarta la posibilidad de ofrecer sus deliciosos postres al mundo en un pequeño negocio propio.
Así, «El Sabor del Amor» se convierte en el ingrediente secreto que endulza la vida de Esther y de quienes tienen la suerte de probar sus creaciones.