La crisis silenciosa de la Diabetes Mellitus
18 de julio del 2024, Lizeth Cuahutle
La diabetes mellitus, una enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de azúcar en la sangre, se ha convertido en una epidemia global con impactos profundos en la salud pública. En México, y específicamente en Tlaxcala, esta condición ha adquirido proporciones alarmantes, reflejando una preocupante tendencia de aumento en los últimos años.
La prevalencia de la diabetes mellitus continúa en ascenso, afectando a una cantidad significativa de la población mexicana. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, 151,019 personas fallecieron a causa de la diabetes, lo que equivale al 14% del total de defunciones ocurridas en el país. De estas muertes, 78,922 fueron en hombres (52%) y 72,094 en mujeres (48%).
En Tlaxcala, la tasa de mortalidad por diabetes mellitus es una de las más altas a nivel nacional. En 2021, por cada 10,000 habitantes, se registraron 14.6 defunciones. Según el INEGI, Tlaxcala presenta la «tasa más alta de mortalidad por diabetes mellitus» con 7.55 defunciones por cada 10,000 habitantes.
Existen dos tipos principales de diabetes mellitus: tipo 1 y tipo 2. La diabetes tipo 1, generalmente diagnosticada en la infancia o adolescencia, es causada por la destrucción de las células beta del páncreas, lo que lleva a una producción insuficiente de insulina. En contraste, la diabetes tipo 2, que representa la mayoría de los casos, se desarrolla debido a la resistencia del cuerpo a la insulina y/o a una producción insuficiente de esta hormona. Factores como la obesidad, la falta de actividad física y una alimentación poco saludable aumentan significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Las complicaciones de la diabetes mellitus pueden ser graves e incluyen enfermedades cardiovasculares, daño renal, problemas de visión, neuropatía y amputaciones. Estas complicaciones no solo afectan la calidad de vida de los pacientes, sino que también generan una carga significativa para los sistemas de salud locales.
La prevención de la diabetes tipo 2 es crucial y puede lograrse mediante la adopción de un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y mantener un peso corporal saludable. Para quienes ya viven con diabetes, un manejo efectivo implica un control constante de los niveles de glucosa en sangre, seguimiento médico regular, adherencia a la medicación prescrita y cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de complicaciones.
La diabetes mellitus no es solo un desafío individual, sino una crisis de salud pública que requiere una respuesta coordinada y efectiva de las autoridades, profesionales de la salud y la comunidad en general.