Posible incremento de aranceles por Donald Trump: impactos en la industria automotriz
24 de julio de 2024 ✒️ Dafne Ortiz
La posibilidad de que Donald Trump aumente aranceles a los productores de autos extranjeros si vuelve a ganar las elecciones es un tema de gran relevancia. Durante su mandato anterior, implementó políticas proteccionistas y aumentó aranceles en varios sectores, incluido el automotriz, con el objetivo de favorecer a los fabricantes nacionales. Esta estrategia buscaba impulsar la industria automotriz en Estados Unidos y proteger los empleos locales. No obstante, cualquier decisión futura dependerá de diversos factores económicos y políticos.
El aumento de aranceles afectaría significativamente a las empresas automotrices chinas en varios aspectos. Primero, los aranceles incrementarían el costo de los vehículos importados desde China, haciéndolos menos competitivos en el mercado estadounidense. En consecuencia, es probable que las ventas de autos chinos en EE. UU. disminuyan, afectando los ingresos de estas empresas. Las empresas chinas podrían reconsiderar sus estrategias de mercado, como aumentar la producción local en EE. UU. para evitar aranceles. Además, un aumento de aranceles podría afectar la cadena de suministro, ya que las empresas tendrían que buscar alternativas para minimizar costos. Esta decisión también podría intensificar las tensiones comerciales entre EE. UU. y China, llevando a represalias y afectando otras áreas de comercio.
Este posible aumento de aranceles también podría tener un impacto significativo en la industria automotriz mexicana, considerando que México es un importante exportador de autos a Estados Unidos, además que es el segundo exportador de autos al país vecino solo detrás de Japón, y exporta aproximadamente 2.5 millones de vehículos a la unión americana cada año. La industria automotriz mexicana es un pilar importante de su economía, con muchos fabricantes globales estableciendo plantas en el país para aprovechar su proximidad al mercado estadounidense; y si se imponen aranceles, podría haber una disminución en la demanda de vehículos mexicanos, afectando la industria automotriz del país.
La incertidumbre sobre políticas comerciales podría desincentivar la inversión extranjera en el sector automotriz mexicano. Una caída en la demanda de autos mexicanos podría resultar en despidos o reducción de horas de trabajo en las fábricas, afectando el empleo en el sector. Además, los aranceles podrían beneficiar a los fabricantes automotrices estadounidenses, haciendo que los autos producidos en México sean menos competitivos en el mercado estadounidense. Esta decisión también podría tensar las relaciones comerciales entre México y EE. UU., llevando a negociaciones difíciles y potencialmente a represalias.
Otro factor dentro de la industria automotriz de automoviles eléctricos (EV)es la competencia entre Estados Unidos y China en la producción de EV se intensifica debido a varios factores estratégicos y económicos. Ambos países buscan liderar el mercado global de vehículos eléctricos, crucial para la movilidad sostenible y la lucha contra el cambio climático. China, como mayor productor y consumidor de vehículos eléctricos, ha invertido significativamente en infraestructura, tecnología y subsidios para fomentar su industria. Por otro lado, EE. UU. busca recuperar su competitividad en el sector automotriz, con empresas como Tesla a la vanguardia de la innovación.
A pesar de que la producción de automóviles eléctricos debería ser más barata comparada con los vehículos de combustión interna, varios factores impiden que los consumidores se beneficien de precios más bajos. Los costos de las baterías, uno de los componentes más caros de los EV, siguen siendo altos, aunque han disminuido en los últimos años. Además, la cadena de suministro para la producción de vehículos eléctricos aún enfrenta desafíos, como la obtención de materiales críticos como litio y cobalto, lo que puede aumentar los costos. Las inversiones necesarias en tecnología, investigación y desarrollo, así como en infraestructura de carga, también se reflejan en el precio final de los vehículos eléctricos.
La competencia entre EE. UU. y China en la producción de automóviles eléctricos es impulsada por la necesidad de innovación y liderazgo en un mercado en crecimiento. Sin embargo, los consumidores no están viendo los beneficios esperados en términos de precios debido a los altos costos de producción y la inversión necesaria para desarrollar esta nueva tecnología. Esto plantea un desafío importante para la industria automotriz y las políticas públicas que buscan fomentar la adopción de vehículos eléctricos.