El Misterio del Frío en las Cimas de las Grandes Montañas
Ciencia. A 27 de julio, 2024. Damallanti Martínez
Las grandes montañas, a pesar de estar más cerca del sol, presentan temperaturas sorprendentemente frías en sus cimas. Este fenómeno ha intrigado a científicos y montañistas por igual, y recientemente se ha profundizado en su comprensión.
Según un artículo publicado en NGEN Español, la razón principal detrás de este contraste térmico radica en la atmósfera y la forma en que el calor se distribuye en ella. A medida que ascendemos en altitud, la presión atmosférica disminuye, lo que provoca que el aire se expanda y enfríe. Este enfriamiento es especialmente notable en las cimas de montañas como el Everest o el Kilimanjaro, donde las temperaturas pueden descender a niveles extremos.
Además, la radiación solar, aunque más intensa en altitudes elevadas, no es suficiente para contrarrestar el efecto del aire frío. La falta de densidad del aire en estas alturas significa que hay menos moléculas para retener el calor, lo que contribuye a la sensación de frío intenso.
Este fenómeno no solo afecta a los alpinistas, sino que también tiene implicaciones importantes para el clima global y los ecosistemas de montaña. A medida que el cambio climático continúa alterando patrones meteorológicos, comprender cómo las altas montañas interactúan con la atmósfera se vuelve crucial para predecir futuros cambios ambientales.