Claudia Sheinbaum Pardo, marca un hito histórico como la primera mujer en liderar México
Tlaxcala Tlax . 03 de Octubre 2024
📷✍️ Ricardo López
La Fiesta de MORENA: Un Encuentro Sociopolítico en la Ciudad de México.
La plancha del Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en el epicentro de una celebración multitudinaria. Miles de mexicanos se congregaron con un solo objetivo: acercarse lo más posible al Palacio de Gobierno para ver y fotografiarse con la presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
El ambiente festivo estuvo marcado por lonas, pancartas, muñecos de peluche y fotografías del ex presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Las lágrimas de algunos simpatizantes reflejaban la nostalgia por el líder que concluyó su mandato, dejando una huella imborrable en sus seguidores.
Las calles aledañas se vieron desbordadas por la presencia de miles de personas que llegaron desde diversas avenidas, algunos a pie y otros utilizando transporte público y privado. Todos compartían un mismo propósito: escuchar y ver a la presidenta Sheinbaum.
En un acto simbólico y protocolario, el ex presidente López Obrador entregó el bando a Ifigenia Martínez, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; la soldado Evangelina Rentería de la Cruz, encargada de elaborar el bando, asistió en su colocación a la primera mandataria mujer Claudia Sheinbaum Pardo. Reafirmó su compromiso de gobernar para todos bajo los principios del Humanismo Mexicano. Este evento, celebrado en el recinto oficial de San Lázaro, marcó un hito en la construcción del Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Este encuentro no solo fue una muestra de apoyo a la actual administración, sino también un reflejo del profundo vínculo entre los líderes de MORENA y sus seguidores, quienes ven en la mandataria una esperanza renovada para el futuro de México.
Más tarde ya en el zócalo capitalino, en un aire cargado de entusiasmo y fervor, los asistentes al evento mostraron un apoyo inquebrantable a Claudia Sheinbaum Pardo. Las porras y las sonrisas radiantes en los rostros de los presentes eran testimonio de su alegría y compromiso en las diferentes calles y de medios de transporte. A pesar de las largas horas de viaje y la distancia recorrida, muchos se acomodaron en el suelo, visiblemente cansados pero llenos de emoción ante la posibilidad de obtener una foto o un saludo de la Presidenta.
La plancha de la Ciudad de México se transformó en un escenario vibrante, adornado con enormes mantas que proclamaban el respaldo a Sheinbaum. La música y los grupos de danza añadían un toque festivo al ambiente, mientras artesanos oaxaqueños, con años de experiencia, exhibían su dedicación a través de piñatas de diversas figuras, incluyendo una impresionante de AMLO de aproximadamente un metro de altura.
El evento también contó con la presencia de botargas de personajes emblemáticos de la música vernácula, y una amplia variedad de souvenirs se ofrecían tanto en el suelo como en los negocios cercanos. Los artículos relacionados con la actual mandataria eran los más buscados, a lo cuál se vendieron rápidamente como pan caliente de los puestos de venta. La jornada, sin duda, reflejó un apoyo popular y una energía contagiosa que resonaba en cada rincón del lugar.
Con simbolismo y tradición, el presidio ubicado a las afueras del Palacio de Gobierno se convirtió en el escenario de un evento histórico. Representantes de los pueblos originarios y afromexicanos, liderados por mujeres de diversas regiones del país, desfilaron con orgullo y dignidad.
A las 16:00 horas en punto, Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mandataria del país, hizo su aparición acompañada de su esposo. Luciendo un elegante vestido blanco, recorrió un pasillo donde simpatizantes lograron saludarla y tomarse fotografías con ella. Entre los presentes se encontraban figuras públicas y distinguidos invitados especiales.
El evento continuó con un ritual tradicional de los pueblos originarios y afromexicanos. Luego fueron partícipes de una ceremonia espiritual, se pidió permiso a Pachamama y a los elementos naturales mediante un sahumerio. Posteriormente, se entregó el «Bastón de Mando», proclamando a Sheinbaum Pardo como la primera mujer presidenta de México.
En su discurso, Sheinbaum Pardo dirigió un mensaje contundente al pueblo de México: «Hoy inicia el segundo piso de la transformación de la vida pública de México», afirmó, subrayando la importancia de mantener los principios y causas que dieron origen al movimiento.
«Mi responsabilidad es llevar a México por el sendero de la paz, la seguridad, la democracia, el cuidado del medio ambiente, las libertades y la justicia. Nuestra guía es el bienestar y la felicidad del pueblo», concluyó, marcando el inicio de una nueva era en la política mexicana.