El fiscal Emiliano Arias ordenó este jueves el allanamiento simultáneo de cuatro obispados chilenos en busca de material sobre abusos sexuales de menores y su eventual encubrimiento por parte de obispos.
El asesor de prensa del fiscal, Diego Alcaíno, dijo que Arias encabezó el operativo de Chillán, 400 kilómetros al sur de Santiago. Los otros allanamientos se realizaron en el vecino puerto de Valparaíso, en Concepción y en Osorno, todas localidades ubicadas al sur de la capital.
Fotografías publicadas por periódicos locales en sus sitios en internet mostraron a agentes de la policía saliendo con gruesas carpetas de algunas diócesis.
Arias lleva al menos una veintena de investigaciones judiciales sobre un grupo de sacerdotes de Rancagua, 80 kilómetros al sur de Santiago, involucrados en supuestos abusos y de un excanciller del obispado de Santiago que habría violado a por lo menos cuatro menores y se encuentra encarcelado.
Con el material decomisado en un allanamiento en el obispado y el Tribunal Judicial de la Iglesia en Santiago en junio, Arias citó a declarar como acusado al arzobispo emérito de la capital, el cardenal Ricardo Ezzatti, quien postergó su asistencia a la espera de que el fiscal procese el material.
Según la última estadística de la fiscalía, a fines de agosto había 119 investigaciones vigentes y 167 acusados, entre ellos siete obispos y 96 curas, por el abuso sexual de menores.
Los casos han desatado una crisis interna en la Iglesia católica chilena que llevó al papa Francisco a pedir la renuncia a mediados de mayo de sus 31 obispos activos, de los cuales sólo ha aceptado cinco. Expertos dicen que la Iglesia no tiene reemplazos para todos los prelados que quisiera remover.