CDMX.- 11 de diciembre de 2016
El fervor guadalupano se desbordó a unas horas de que se conmemore a la patrona de los mexicanos en la Basílica, donde se espera que arriben entre hoy y mañana 7 millones de fieles.
Todas las avenidas que conducen al templo mariano se han convertido en unos auténticos ríos humanos que con la fe a cuestas tratan de estar presentes y puntuales a su cita con la Morena en el Tepeyac.
Peregrinaciones de todos los rincones del país se contemplan sobre las carreteras México-Puebla, Toluca-México, Hidalgo-México, Querétaro-México y Morelos-México.
Aunque muchos de ellos han recorrido una inmensidad de kilómetros, ya sea caminando, en bicicleta o en transporte, y soportar el frío, el sol e incluso el hambre, aseguran que bien vale la pena estar de pie y postrarse bajo la imagen de Lupita.
También en las principales avenidas como Circuito Interior, Calzada Zaragoza, Calzada de los Misterios, Oceanía e Insurgentes, entre otras muchas más, se contemplan caravanas de creyentes que se dirigen a la villa de Guadalupe.
Incluso algunas personas de las colonias por donde pasan los peregrinos de manera desinteresada ofrecen gratuitamente tortas o un vaso de agua para apaciguar la sed de los peregrinos.
En el templo mariano los danzantes no dejan de bailar, mientras que los músicos entonan las tradicionales mañanitas.
Aunque muchos de los asistentes ya recorrieron largas distancias desde sus pueblos de origen, al llegar al atrio guadalupano como una manera de pagar sus mandas, entran hincados o cargando una enorme imagen o simplemente llevando el fuego de la fe.
Tal es el caso de Miguel, un padre de familia, que hincado y cargando a su bebé de un año de edad en el pecho recorrió todo el pasillo hasta postrarse ante los pies de la Guadalupana para decirle gracias Virgencita por cuidar a mi hijo.
Ante la afluencia de millones de visitantes, tanto las autoridades de la Ciudad de México como de la Delegación Gustavo A. Madero, han indispuesto de varios servicios para protección, atención médica y atención social para los creyentes que año con año atiborran la Basílica de Guadalupe.
Tan sólo la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México desplazó más de 3,000 elementos para resguardar el paso de los peregrinos, que cargados de fe vienen a cantarle “Las mañanitas” a la Virgen Morena.