Sienta el presidente López Obrador las bases de la 4T
CDMX/ 29/06/2019
“Esto ya cambió”, repite a diario el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Son siete meses en que no ha habido rincón de la administración pública que no haya sentido los efectos de la nueva administración con sus políticas de austeridad y de combate a la corrupción.
La limpia en el gobierno no es mera retórica”, reiteró apenas el pasado jueves durante su conferencia matutina en Palacio Nacional.
Existen dos grandes campos en que se puede dividir el actual proyecto presidencial.
El primero es el lanzamiento de los grandes proyectos insignia, que darán el sello a la llamada Cuarta Transformación. El segundo es la reingeniería de la administración pública.
GRANDES APUESTAS
En materia de obra pública el proyecto bandera, el Tren Maya, recientemente se redefinió su trazo, y sigue a la espera de los estudios ambientales, autorizaciones de comunidades por donde cruzará y la confirmación de los puertos que tocará con sus ramales.
El costo de la obra se estima de 120 mil millones a 160 mil millones de pesos, se espera que lo utilicen turistas, pasajeros locales y para la carga de mercancías, y es el proyecto más importante.
El sistema aeroportuario de México incluirá la reconfiguración del aeropuerto militar de Santa Lucía para que sea comercial. Los estudios para la terminal aérea siguen en proceso.
El aeropuerto de Santa Lucía operará junto con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México —que será ampliado— y el aeropuerto de Toluca —subutilizado—. En tanto, el cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México sigue en litigio.
El nuevo tratado de comercio entre México, Estados Unidos y Canadá fue aprobado por los tres gobiernos y a la fecha sólo lo ha votado el Congreso mexicano. Se está a la espera de su aprobación en los Congresos de los dos socios comerciales.
El Presidente también aceleró el desmantelamiento de las reformas en materias educativa y energética impulsadas por la anterior administración del presidente Enrique Peña Nieto.
Con la contrarreforma educativa se retornó al esquema que permite la injerencia de los sindicatos en la educación de los jóvenes de escuelas públicas, plantea un nuevo modelo educativo que involucre más a sociedades de padres de familia en la infraestructura educativa, y busca reeditar libros de texto.
En materia energética, el Presidente planteó la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, de la que a la fecha sólo se tiene desmontado el predio y están en proceso de desarrollo los estudios de impacto ambiental; la reconfiguración de seis refinerías, y la explotación de 21 campos petroleros (entre nuevos y maduros); así como la rehabilitación (en proyecto aún) de plantas productoras de fertilizantes que, además, se encuentran en litigio.
Respecto a la Zona Libre de la Frontera Norte, el Presidente decretó que por dos años se establezcan la reducción de precio de combustibles, en el pago del ISR y del IVA, e incremento al salario mínimo en una franja de 30 kilómetros de distancia de la frontera con Estados Unidos.
El combate a la corrupción anunciado por el titular del Ejecutivo tiene una de sus facetas en la entrega de los apoyos económicos, becas y pensiones mediante tarjetas bancarias, sin embargo, el Banco del Bienestar que daría acceso directo a esos recursos sigue en proyecto por falta de conectividad a la red en 80% del país.
La falta de conectividad será solucionada con la creación de una empresa estatal —aún en fase de proyecto— que dé acceso a internet a la totalidad de las poblaciones.
Apenas este fin de semana el Presidente de la República evaluó otro de sus proyectos más ambiciosos. En Oaxaca se construirían 300 caminos rurales con mano de obra local.
A estos proyectos se suman el del corredor Transístmico, que modernizará las comunicaciones entre los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, la rehabilitación de la autopista y del tren que comunica ambos puertos.
REINGENIERÍA ADMINISTRATIVA
El otro gran rubro del nuevo gobierno es la reconfiguración de la administración pública, que ha incluido el adelgazamiento de nóminas, compactación de tareas, la reducción de salarios a directivos y el direccionamiento de recursos hacia programas sociales.
Esto ha provocado protestas sociales, inconformidad de burocracia y cuestionamientos sobre la viabilidad de su propuesta de gobierno.
Ofrecemos disculpas por la molestia que esto ocasiona, pero vamos adelante con la 4T”, dice reiteradamente López Obrador.
El gobierno, ha dicho el Presidente en sus conferencias de prensa, mítines y entrevistas, es similar a un “elefante reumático”, un “cuerpo de avance lento”, “mañoso”, al que cuesta trabajo moverse.
Esta reingeniería no ha estado exenta de polémicas por el retiro de recursos a organizaciones de la sociedad civil, a estancias infantiles, y por los retrasos en las licitaciones para adquirir medicinas.
El argumento presidencial es que quiere limpiar de corrupción a todo el gobierno, “que estaba secuestrado”, según sus propias palabras.
LA 4T ADOPTA NUEVO ROSTRO
Con el anuncio presidencial del 15 de junio pasado, de la sustitución del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa por comités escolares en cada plantel, para decisiones más participativas y focalizadas, al menos 16 instituciones del Poder Ejecutivo cambiaron o cambiarán de nombre, para conformar la nueva faz del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
En algunos casos el cambio ha sido cosmético, por ejemplo en el INBAL, donde se añadió la “L” de Literatura al Instituto Nacional de Bellas Artes, aunque ésta ya estaba incluida.
A otras instituciones se les agregaron o se les agregarán funciones, como al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (nombre aún a discusión), que sustituye al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), que además de administrar lo confiscado al crimen organizado o bienes muebles e inmuebles que estuvieron involucrados en diversos delitos, también determinaría en qué rubro y forma éstos se utilizarían.
Un tercer grupo de dependencias federales, sin embargo, requirieron una reconstrucción del entramado institucional o necesitaron cambios legislativos, incluso constitucionales, para la creación de la Guardia Nacional o de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Algunas de las nuevas dependencias aún no han entrado en vigor, sino que fueron propuestas en alguno de los discursos presidenciales o explicadas en las conferencias matutinas en Palacio Nacional, pero que ya tienen su curso legislativo.
Es el caso del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, que a mediados de mayo los senadores conocieron de su existencia y nuevas funciones y que sustituirá al SAE, pues la iniciativa de Morena lo identificó como Instituto de Administración de Bienes y Activos.
Algunos cambios no surgieron propiamente en la 4T, como el cambio de la Procuraduría a la Fiscalía General de la República, pero sí se esperó el inicio del sexenio para el nombramiento de su titular.
Las dependencias se presentan en estricto orden alfabético como se conocían antes de la 4T.
LA CONCENTRACIÓN DE LOS APOYOS
El Banco del Bienestar, que sustituye al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, será la vía por la cual se repartirán los recursos de programas sociales del actual gobierno
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo, el Banco del Bienestar contará con más de siete mil sucursales en todo el país, pese a que se sabe que en algunas localidades no hay ni siquiera internet.
A finales de mayo, el Presidente admitió que por falta de comunicaciones en las zonas más pobres y marginadas del país, no hay fecha para el inicio de operaciones del Banco del Bienestar que permitirá repartir los apoyos.
Ayer en la Cámara de Diputados se aprobó el dictamen que reforma la Ley Orgánica del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros para crear el Banco del Bienestar.