CDMC.- 22 de septiembre de 2017
El sismo de 7.1 grados escala Richter que sacudió a la Ciudad de México cobró vidas en toda la capital del país, destruyó edificaciones en los cuatro puntos cardinales y en todos se tejieron historias, pero ninguna como la de Frida Sofía que mantuvo en vilo a la sociedad por más de dos días y así como vino se fue, lo que nos recuerda el mito de “Monchito”, aunque 32 años atrás.
En 1985 no fue menos la tragedia, donde quiera que se volteara había destrucción, y a medida que pasaban los días el olor a muerte se acentuaba, acompañado de moscardones y tristeza.
Entonces se empezó a escuchar un nombre: “Monchito”. Y se le otorgó una personalidad, algunos medios de comunicación recogieron expresiones que se trataba de un niño de nueve años de edad, que había quedado atrapado bajo los escombros de un viejo edificio, en el 148 de la calle Venustiano Carranza ya casi llegando a la Merced.
Ahí se dirigieron los reflectores. De un momento a otro todas las manos querían ser parte de esa historia, cantantes, adivinadores, rescatistas y el mismísimo presidente Miguel de la Madrid con sus hijos hicieron eco de la ayuda que se necesitaba.
Orden vino de muy arriba y era precisa, rescatar a como diera lugar a “Monchito”. Las páginas de los diarios se llenaban de crónicas que daban cuenta de las paladas de tierras y piedras que eran retiradas para sacar a este niño que a decir de rescatistas: estaba vivo.
Algunos le llaman histeria colectiva, otros simplemente aseguraban que era una mentira sostenida para cubrir la tardía respuesta presidencial a la tragedia, lo cierto es que rescatistas aseguraban tener evidencia de ruidos como prueba de vida, que les obligaba a continuar en la lucha por sacar a “Monchito”.
Al final se perdió el interés pasaron bastantes días, empezó a creerse que nunca hubo el tal “Monchito”. Luego surgieron historias alrededor del mito, una de ellas, que la familia quería recuperar una caja fuerte propiedad del abuelo de un menor llamado Ramón.
A 32 años tal parece que la historia de repitió, aunque ahora sólo duró unas 48 horas y al final se cayó como la escuela que albergaba a cientos de estudiantes cuando la tierra de cimbró.
Hubo edificios caídos en el Centro, en Gustavo A. Madero, en la Roma, en Xochimilco en Taxqueña y en mucho se detectó sobrevivientes, sin embargo el caso de “Frida Sofía” se hizo el preferido de medios de comunicación y ciudadanía, quienes se mantuvieron expectantes.
Fuera de la escuela Enrique Rebsamen, en Rancho Tamboreo y Calzada de las Brujas, colonia Coapa se concentraron los esfuerzos, el equipo “Topos”, Protección Civil y civiles movieron decenas de toneladas de concreto y acero para sacar a los niños atrapados.
Entonces alguien dijo “Tenemos contacto” dijo llamarse “Frida Sofía” dijo estar cansada”, que “tiene contacto con otros niños” y la llama de la esperanza se encendió.
Por horas las cámaras y la atención nacional e internacional se centraron en este lugar.
Le están pasando agua, le dan mensajes, decían, hasta que el subsecretario de Marina salió a decir que no había tal, simplemente Frida Sofía nunca existió.