¿Pérdida de confianza?… ¡el burro hablando de orejas!
Pedro Morales
»Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan»
(Benito Juárez)
“No mentir, no robar, no engañar y no tranzar”, fue la recomendación del actual presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador a sus funcionarios y en particular a quienes obtuvieron un cargo de elección popular bajo su sombra y arrastre de votos.
Parece que fue ayer, pero ya transcurrieron dos años de que en el caso particular de los diputados locales de Morena, no creían el rumbo que tomo ese “aunque sea” voy por Morena, aunque sea para figurar.
Pero ganaron un triunfo inmerecido y para el que ni se prepararon, pero el sueño se hizo realidad, se trataba de puro cascajo del PAN-PRI y PRD, se refugiaron en el nuevo partido ,sin pensar que la suerte les favoreció equivocadamente.
Baste recordar esa petición al ahora senador suplente, Joel Molina Ramírez, en el día después del resultado que obtuvo AMLO, para solicitarle como dirigente estatal de Morena, el palmarés para al menos saber a quien habían elegido los tlaxcaltecas con ese legendario “voto parejo”.
La respuesta fue que ni el propio dirigente aún de Morena, conocía la experiencia política de sus flamantes diputadas y diputados, para darse una idea de lo que sin querer se convirtió en una atrocidad.
El resultado fue que tenemos desde matadores de toros, hasta integrantes de la legión extranjera poblana, es decir de chile, de mole y de dulce, llegaron con mucho brío, pero los picadores de su realidad les bajaron el trapío y quedaron mansitos, mansitos.
Poco a poco llegaron los cañonazos, que si los cien mil para “gestión social” financiar bodas, bautizos, para la fiesta del pueblo, sin contar comilonas y borracheras para sus operadores, ahora convertidos en asesores y técnicos, por eso están como están.
Pero como algunos no rebuznan porque no se saben la tonada, esto con sus pocas, muy pocas excepciones, el dinero y las adulaciones los envilecieron y baste decir que a los pocos días se les olvidaron todas sus promesas.
Prometieron retirar las rejas y muros de la ignominia que les dejo el Saga el panista ridículo que quiere ser gobernador, -Dios nos libre-, para que la chusma del pueblo que votó por ellos no los fueran a enmugrar con su presencia y menos les vayan a contagiar con su presencia.
Fu un distanciamiento entre dizque representantes populares y los ingenuos que a cambio de una palangana, una gorra o una playera corriente entregaron su voto, pero la perra salió brava y en lugar de quitar los muros y las rejas, las reforzaron.
Lejos están esos días cuando la gente acudía afligida a solicitar el auxilio de sus representantes populares que se volvieron dioses del Olimpo, fuera del alcance de los mortales.
Ahora tenemos que si un ciudadano o ciudadana casi debe de llevar sus escrituras para solicitar una audiencia con su diputado o diputada y los ciudadanos que si logran entrar al Palacio Legislativo, son vigilados y acompañados hasta para ir al sanitario.
Y así esos asquerosos y malolientes gusanos se fueron transformando al bañarse con habones caros, de nuevo rico, lociones y perfumes de marca, y no como esos que junto con su ropa los compraban en el tianguis de los sábados.
Se fueron transformando, ellas al comprar ropa de marca en exclusivos almacenes. Lo mismo que sus zapatillas de exportación, celulares y computadoras de ultima generación, aunque ni los sepan usar.
Ellas cambiaron su bisutería de fantasía por pulseras y cadenitas de plata y oro de verdad, sus atuendos para maquillarse en automático también se convirtieron en cremas de las mas caras para tratar de ocultar sus rostros avejentados por el inexorable paso del tiempo.
Ellos se volvieron diputados “fifi”, al más puro estilo de los años 20, cuando todo era elegancia y frivolidad, sus rostros se han transformado, al llegar a sus curules ven y olfatean por todos lados como perros de rico, con la trompita parada y su naricita fruncida, como si olieran estiércol.
Camionetotas, trajes de marca y hasta replican los gustos cerriles de sus pares femeninas con sus celulares de colores pastel y aunque no se crea hasta ya se depilan sus cejas y se han transformado en verdaderos chavorrucos de la 4-T.
Pero apenas se dieron cuenta de que este status de nuevo rico se les puede acabar y ya también descubrieron que se pueden reelegir, por eso aprobaron que deben separarse del cargo 30 días antes de la elección.
De esta forma puedan seguir disponiendo de sus millones para invertirle a la reelección, pero algo les faltaba, y pensaron “si los nacos que critican quieren acción, se las vamos a dar”.
Y que se agarran a legislar a lo loco, que si los muéganos, que si los gallos, que si los chivarrudos y una serie de disparates legislativos llenos de notoriedad, pero igual que no le sirven a Tlaxcala para nada.
Pero lo propuesto la semana anterior se llevó la vaca y los becerritos, luego de que el diputado de Morena, Jesús Rolando Pérez Saavedra presentó una iniciativa de reforma y adiciones a diversas disposiciones de la Constitución Política de Tlaxcala, a para incluir la figura de revocación de mandato del titular del Poder Ejecutivo del estado por pérdida de confianza.
En tribuna el moreno-chairo, expuso que como derecho político de la ciudadanía, la revocación de mandato, por pérdida de la confianza, es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo; y procederá respecto a la persona titular del Poder Ejecutivo del estado.
Correspondería al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) la organización de los procesos de revocación de mandato por pérdida de la confianza, el cómputo de la votación, la declaración de validez de tales procesos y la emisión de los resultados respectivos.
Durante su exposición de motivos dijo que el día veinte de diciembre del año dos mil diecinueve, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Decreto por el que se reformaron y se adicionaron diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de consulta popular y revocación de mandato.
Y se tiró a la yugular al decir que la instauración de la figura de la revocación del mandato de los titulares de los poderes ejecutivos de las entidades federativas, por pérdida de la confianza, reservando su regulación para establecerse en las constituciones políticas de aquellas.
Y que la revocación de mandato de los titulares de los poderes ejecutivos de los estados de la federación, por pérdida de la confianza, se estableció en la fracción I del párrafo segundo del artículo 116 de la Constitución Política Federal, la cual es del tenor siguiente:
Art. 116. Los gobernadores de los Estados no podrán durar en su encargo más de seis años y su mandato podrá ser revocado. Las Constituciones de los Estados establecerán las normas relativas a los procesos de revocación de mandato del gobernador de la entidad.
Total que el diputado moreno desgranó una verdadera cátedra de refritos y pedacería legal, tal y como lo hacen esos seudo “periodistas” que hasta tienen el cinismo de poner su nombre a los refritos, eso es ni más ni menos que flagrante plagio intelectual.
Es solo buscar notoriedad y la luz de reflectores políticos que en su momento alumbran, pero que también chamuscan, lo malo es que como no saben legislar y le tiran a todo lo que se mueva y como se trata de levantar la mano, pues así acostumbran aprobar sus ocurrencias.
Sin ser expertos en la materia, a leguas se nota la mala leche, y si fuera congruente debería de agregar en un texto de su autoría si el cerebro le funcionara, se daría cuenta del disparate.
Mejor quedaría una propuesta para destituir desde presidentes de comunidad, alcaldes, diputados locales, federales, senadores y hasta su presidente, para no solo atacar a dentelladas a una persona.
Además de meter a la cárcel a quien ha traicionado al pueblo y si se castigara con privación de la libertad a quienes traicionan al pueblo y se ganan su desconfianza, simplemente los infractores no cabrían en las cárceles, tal es el grado de desilusión que ya se ganaron la repulsión popular a pulso.
Una pregunta para Usted caro elector, lectora:
¿Usted votará por la reelección de estos brutos legislativos?
Yo… ¡ni que estuviera loco!