El asesino silencioso de la insuficiencia renal en Tlaxcala
Pedro Morales
Se estima que uno de cada ocho pacientes con insuficiencia renal en México es un niño, y el mayor problema es que llega de forma tardía a buscar atención médica, Tlaxcala enfrenta con desventaja este mortal padecimiento con la pandemia mundial del Cpvid-19 que ha trastocado la atención de estos pacientes.
Las complicaciones aumentan con este virus y traicioneramente ataca justo cuando la salud ya está deteriorada advierte la Federación Mexicana de Enfermos y Trasplantados Renales (Femetre).
Sin embargo con las reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se logró incorporar a la enfermedad renal dentro de las enfermedades prioritarias.
Esto es un logro enorme, ya que podrá incidir en la salud de los niños y niñas mexicanas, debido a que la insuficiencia renal es una de las enfermedades a las que más atención se le debe poner en nuestro estado, ya que es una de las más severas y requiere, además de tratamiento, trasplante.
Tlaxcala ocupa el tercer lugar de las entidades con mayor número de pacientes con insuficiencia renal.
En la región de Xaloztoc hay una madre de familia con dos hijos enfermos, ella no tiene 200 mil pesos anuales para pagar la enfermedad de cada uno o los mil 300 a la semana por hemodiálisis, además de los medicamentos.
Existe una iniciativa para contabilizar los casos de enfermedad renal a través de un registro para fomentar las acciones y medidas que favorezcan la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento integral de las personas que padecen enfermedad renal así como a personas que han recibido un trasplante.
La enfermedad renal es un padecimiento crónico degenerativo que afecta la función de los riñones para filtrar y depurar la sangre. Se clasifica en 5 etapas o estadios, dependiendo del grado de disminución de la función renal.
En nuestro país, se estiman, viven más de 9.5 millones de mexicanos que padecen Enfermedad Renal Crónica, de los cuales alrededor de 129 mil personas están en fase IV y V, en las cuales se requiere tratamiento sustitutivo (diálisis, hemodiálisis o trasplante renal).
El trasplante renal es considerado como el tratamiento que pueden brindar mayor sobrevida y calidad de vida al paciente.
De acuerdo con cifras del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), en México hay más de 11 mil 396 personas en espera de un trasplante de riñón, aunado a lo anterior se han efectuado 2 mil 327 trasplantes; por lo que la detección oportuna es fundamental para disminuir los riesgos de complicaciones, mejorar la calidad y expectativa de vida del paciente y ofrecer la oportunidad de iniciar con un tratamiento para retrasar la progresión de la misma.
La alta incidencia de la ERC es también consecuencia del estilo de vida actual, en el que predomina el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, así como la presencia de padecimientos asociados como el sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión, siendo estos los principales factores de riesgo de la enfermedad.
En México, la diabetes tiene una alta prevalencia también, 13 millones de personas viven con diabetes; además el 73% de la población de más de 20 años padece de sobrepeso u obesidad.
El 60% de los pacientes con diabetes desarrollan enfermedad renal en alguno de sus estadios, esto según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) 2012.
Ante esta realidad que enfrentamos, FEMETRE tiene como objetivo impulsar y promover medidas de prevención y cuidados que impidan el avance de los padecimientos renales, fortalecer la toma de conciencia de la sociedad sobre la problemática que enfrentan las personas con enfermedad renal y canalizar las necesidades de los enfermos y trasplantados renales, especialmente los de escasos recursos, a la solución de problemas relacionados con su afectación.
En tanto, diariamente las comunidades de San Cosme Xaloztoc, Santa María, Guadalupe Texcalac y Apizaquito reportan un fuerte olor a productos químicos de día y noche, esto ocurre al menos desde hace dos décadas, sin que se tomen cartas en el asunto.
“En Tlaxcala, existen más de cuatro mil personas con insuficiencia renal, según datos de la Secretaría de Salud (SESA), de los cuales 75 por ciento son menores de 30 años.
Los demás son gente adulta que por diferentes problemas como la diabetes y otros males desarrollaron esta enfermedad crónico degenerativa”, indica la presidenta de la “Fundación Da Vida”, Martha Ivonne Armenta de Castillo.
“Estamos muy apurados convocando a las personas para que se inscriban como donadores”, porque cada día se incrementa el número de pacientes, sin posibilidad de recibir una donación”, advirtió.
Al respecto, autoridades de esa demarcación indican que, se han detectado recientemente 40 nuevos casos de insuficiencia renal, porque los afectados han acudido en busca de ayuda.
Sin embargo es difícil establecer con claridad el número de personas afectadas por el padecimiento en su demarcación, porque esto es responsabilidad de las instancias de salud y escapan al control de la administración municipal.
Un detalle alarmante es la cercanía de las descargas residuales proveniente del Corredor Industrial Xaloztoc, que durantendécadas se canalizan a cielo abierto y a su paso por las tierras contaminan los mantos freáticos profundos.
Hablamos de al menos 17 mil personas las que reciben el suministro de agua potable a partir de esos pozos, diariamente, porque hay otros sistemas independientes como el de Velazco, Texmolac y esos son otra situación.
El problema de la contaminación y los padecimientos renales en el municipio, no es propio, ni exclusivo, inclusive si se ha realizado la investigación correspondiente, se sabrá que mientras Tlaxcala tiene cinco mil enfermos renales, Puebla que es un estado más grande, tiene alrededor de tres mil.
Existe un alto índice de enfermedades renales, pero le adelanto que voy a firmar un convenio con la fundación Da Vida, para la atención de las enfermedades renales en el municipio de Xaloztoc.
Se busca la atención especialmente para los niños y también para los adultos, porque para muchos de ellos es la última esperanza de vida, y para hacer un estudio de la calidad del agua, se requieren recursos extraordinarios con los que no cuenta esta administración.
Otro factor es que las aguas residuales estas se van a la cuenca del río Zahuapan, atraviesan por Texcalac, Apizaquito, Apizaco hasta llegar a Tlaxcala y Panotla, donde incluso también se percibe el fuerte olor a químicos que lleva el agua.
Lo que hay que reconocer es que hace años llegaron empresas rechazadas en otros estados e incluso países y se autorizó la instalación de empresas altamente contaminantes, sin control de sus emisiones al agua y a la atmosfera. Mientras el empleo que generan para Tlaxcala es del veinte o treinta por ciento, el 80 por ciento es gente de fuera.
El precio que se paga por tener estos empleos, es muy alto bajo estas circunstancias que no podemos negar, el olor a químicos ahí está, de noche y día, y hasta ahora nadie lo ha parado.