El enigma del déjà vu
a 17 Marzo del 2024. Lizeth Cuahutle
El déjà vu, es la sensación de estar viviendo algo que ya se ha vivido, sigue siendo un enigma para la ciencia a pesar de las investigaciones existentes. Este fenómeno, también conocido como paramnesia de reconocimiento, se produce debido a una variación en nuestro circuito cerebral en el hipocampo, lo que provoca un lapsus al procesar estímulos externos.
Un estudio realizado por The Journal of Nervous and Mental Disease encontró que el 76% de los participantes afirmaron haber experimentado algún tipo de déjà vu. Este fenómeno ocurre con mayor frecuencia en personas jóvenes, especialmente entre los 15 y 25 años, cuando el cerebro está en su pico más alto de desarrollo.
Arthur Funkhouser, psicoterapeuta, propone tres categorías de experiencias de déjà vu para estudiarlo adecuadamente:
1. Déjà visité: La sensación de estar en un lugar que parece familiar aunque nunca hayamos estado ahí.
2. Déjà vécu: La impresión de haber vivido un mismo evento antes.
3. Déjà senti: La percepción de sensaciones familiares que evocan la creencia de haberlas experimentado previamente.
Además del déjà vu, existen otros fenómenos relacionados como el Jamais vu (la sensación de lo jamás visto) y el Déjà entendu (la certeza de haber oído un sonido específico en ocasiones anteriores).
¿Por qué sucede el déjà vu? Se han propuesto varias teorías, entre ellas:
1. Desincronización neuronal: El mensaje que recibe el cerebro no sigue el proceso normal de transmitir la información de la memoria a corto plazo a la de largo plazo, confundiendo al cerebro y haciéndole creer que la experiencia no es nueva.
2. Memoria fragmentada: Lo que se vive en el presente puede encajar con algo ya vivido, haciendo que algo nuevo parezca familiar.
3. Procesamiento paralelo: El cerebro puede retrasarse en el procesamiento de una tarea, lo que hace que cuando llega la información, se tenga la impresión de haberla procesado con anterioridad.
4. Conexiones neuronales: Las interconexiones entre diversas redes cerebrales pueden experimentar cambios en su resistencia con el tiempo, lo que puede resultar en la activación de una red que no forma parte de la situación presente.
