Pedro Morales
Una vez más, los integrantes de la Peña Taurina de Huamantla cumplieron con la tradición de la Oración de la Huamantlada, la intención es para pedir a la Virgen de la Caridad que durante la encerrona con los toros no se registren desgracias.
En esta edición, la oración como se acostumbra, fue frente a la plaza de toros “La Taurina” donde se ubica el nicho de la Virgen de la Caridad en miniatura, esta vez fue diferente, se adelantó una hora, debido a los cambios que se hicieron para que los efectos del alcohol entre los asistentes fuera disminuido.
Esto porque en las casas se vende cerveza, pulque y alcohol sin control, pese a los esfuerzos de la autoridad que resultan inútiles si en las casas se abren de última hora la venta de bebidas embriagantes.
De esa manera eluden la vigilancia y los efectos han sido devastadores al provocar accidentes, cornadas graves que han llevado a la muerte a hombres de todas las edades y es la causa principal de que este día el Pueblo Mágico de Huamantla se convierta por arte de magia en “La Cantina Más Grande del Mundo”.
Ni se diga de las feroces riñas que acaban en batallas campales, debido al creciente pandillerismo que impera en la ciudad de Huamantla, sus barrios y comunidades donde siempre pagan las familias con agresiones y hasta muertes de sus seres queridos, ajenos totalmente a los pleitos de pandillas.
Al respecto, Juan José Palacios Meléndez, vigía del Museo Taurino de Huamantla, explicó que toda la feria es en honor a la Virgen de la Caridad, dijo que la oración se hace en el último evento fuerte de la feria, que es la Huamantlada.
“Nos tenemos que encomendar a ella para que nos eche un capotazo, con su manto para que no haya nada que lamentar”, obviamente que si todo el festejo se lo dedicamos a ella, sobre todo este que es de más alto riesgo y que por lo menos entrar con esa conciencia de que no nomás es venir a embriagarse y echar pachanga.
Al contrario venir y poder presenciar el juego de los 17 toros, que esperemos vengan limpios y grandes, que los chavales que no tienen la oportunidad se puedan dar las tres y con público que a veces es más exigente que en una plaza, ya que en años anteriores se presentaba mejor el ganado que el que se presentaba en las corridas.
Con toda devoción y respeto, los presentes participaron en este singular rito que tiene su clímax con la Oración de la Huamantlada
Virgen de la Caridad
Patrona de Huamantla
Reina y Madre de los Huamantlecos
A tus pies venimos implorando tu bendición
Te pedimos Reina Madre que con tu santísimo manto nos protejas
del peligro que encarna esta bella fiesta como lo es la Huamantlada
que más que una simple fiesta, es una celebración en tu honor
Que con tu bello manto con él esté cubierta
se vuelva un capote que nos libre de la embestida del peligro de los toros
cuando estén ahí los maletillas toreando en plena calle
su actuación vaya hacia ti con honor
Cuando retumbes los olées y los aplausos de su faena
que sea un himno a tu devoción
si un percance llegara a suceder podamos contar con tu protección
En fin madre mía
que un evento que comenzó como diversión
que pasó a ser una afición
que está aquí como una pasión
Y que permitas seguir celebrándola
en nombre de tu devoción
perdure por más tiempo
protégenos madre mía… así sea
Luego vino el agua bendita sobre los presentes y una réplica de la Virgen de la Caridad fue colocada en su altar, en la pared frontal primorosamente adornado con paliacates y flores… Y sonó el primer cohetón.