La iconoclasia feminista en las marchas del 2023 en México
07 de marzo 2024
Dafne Ortiz
La razón a las protestas es la búsqueda de atención y respuesta a una serie de problemas que causan inconformidad debido a una mala impartición de justicia que viola todo acceso a los derechos humanos; además que es una inconformidad colectiva. Se caracterizan las protestas como el vínculo para ser escuchadas y atendidas las peticiones, y existen protestas pacíficas, por medio del arte, baile, música, poesía, entre otras. Pero también bajo este rubro, desde tiempos antiguos la protesta ha ido acompañada de la acción de destruir lugares, edificios o figuras que para la sociedad tienen un valor histórico/apreciativo para dar atención a las demandas y que sean escuchadas, además que reflejan el nuevo contexto social desestabilizando los antiguos símbolos; a esta acción se le ha conocido como “iconoclasia” –el término nació desde el mundo artístico, cuando se prohibió la veneración de imágenes religiosas y las orden de destrucción de las mismas, ahí fue cuando se acuñó el término, y con el paso del tiempo ha ido adaptándose a diferentes rubros fuera del artes–. Bajo estas premisas, la lucha feminista ha encontrado refugio a sus manifestaciones y la manera en las que se llevan a cabo; mientras que de manera social y de los inconformes los denominan como vandalismo, no obstante, el término correcto es iconoclasia; debido a que el vandalismo, que la RAE define como “espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana”, no incluye algún objetivo de la destrucción, al contrario de la iconoclasia.
Siguiendo el margen de lo antes expuesto, las protestas feministas han optado por la iconoclasia más allá de llevarlas de manera pacífica –aunque en la mayoría de las ocasiones se mezclan las protestas pacíficas, de arte y la iconoclasia–, de esta manera, los monumentos, palacios y presidencia municipales-estatales, negocios, entre otras cosas tangibles se ven intervenidas en las protestas del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer.
En el caso del año pasado, en México, al menos 13 estados de la republica a través de los diversos medios de comunicación se informó del saldo total después de las marchas del 8M y la infraestructura que fue interceptada. El más significativo fue en la Ciudad de México, con el Palacio de Gobierno, donde las manifestantes intentaron tirar las vallas de contención. En Monterrey fue intervenido el Palacio de Gobierno con pintas.
También en Tijuana, cuando arribaron los contingentes feministas en el palacio municipal, comenzaron a utilizar pintura en las paredes del lugar; por otra parte, en Oaxaca se reportó que 52 edificios fueron el saldo afectado después de las marchas. En Nuevo León, los grupos de manifestantes incendiaron la puerta del palacio de gobierno.
En Mérida, Yucatán se reportó que el palacio de gobierno fue tomado por un grupo de manifestantes en el 8M; en el caso de la capital en Tlaxcala, se intentaron derribar las vallas de contención igual que en la CDMX, para poder entrar al palacio de gobierno, además de pintaron las mismas vallas con frases pertenecientes al grupo. De igual forma, en la fuente del ‘parque de la Constitución’ se colgaron los carteles de denuncias y se pintó parte del suelo con exigencias de las mujeres; finalmente se informó sobre el derribo de lámparas del mismo parque.
Mientras que, en Hermosillo, Sonora, en el poder judicial hubo quemas frente a este lugar y pintaron diversos mensajes referentes a la protesta feminista; y en Tijuana, Baja California, la única afectación reportada de mayor amplitud fue a las instalaciones del SITT, las cuales fueron pintadas.
En Durango se reportaron que varios edificios emblemáticos fueron pintados igualmente con lemas, protestas y nombres por los feministas; mientras que, en Celaya, Guanajuato, específicamente en León fue la quema de la presidencia municipal, pinta del Teatro Juárez y de la Alhóndiga de Granaditas. Igual en Puebla, el saldo señalado por el gobierno fue la pintura en el palacio de gobierno.
Esa fue parte de la retahíla de la marcha feminista con relación al 8 de marzo y el Día Internacional de la Mujer del 2023, la cual usó la iconoclasia como medio de expresión para representar la ira, miedo, frustración, cansancio que sienten ante las diversas injusticias que rodean a la figura de la mujer en México; el abuso y la búsqueda de la igualdad económica, social, política y religiosa de todas las mujeres.